Mi trabajo fotográfico nace de la duda, de una chispa que enciende la búsqueda. En cada imagen se entrelazan las huellas de mi vida personal: mis gustos, mis miedos, mis pasiones y mi historia.

Construyo mundos que son a la vez fantásticos y reales, mágicos y rotos.

Me interesa la dualidad: la belleza que reside en la imperfección y la paz que convive con la intriga. Persigo la belleza estética, pero mi cámara siempre encuentra la falla, ese detalle que humaniza. Mis temas centrales exploran la infancia y sus mundos imaginarios, el hogar como espacio de creación y refugio, y la mujer como un ser que se camufla, habita y transforma.